Uf, se me hace difícil comenzar a
escribir ante un mensaje así. Probablemente este sea uno de los insultos más
ofensivos que podemos "regalar" a otra persona con el afán de
afrentarle. Aunque bien dice el refrán que "no insulta quien quiere sino
quien puede".
Las madres siempre suelen estar
presentes en lo mejor y peor de nuestras vidas. ¡Nunca fallan! Sin duda, son
las personas más importantes y condicionantes de nuestra personalidad. Los
consejos de una madre se tornan como propios a medida que peinamos canas y ese
"ya lo decía mi madre" se hace cada día más repetitivo en nuestras
conjeturas y aseveraciones.
No hace mucho, llegó a mi
WhatsApp uno de esos efímeros e incordiantes mensajes grupales en los que se
podía leer la afirmación de un padre diciendo: "ya no hay madres como las
de antes: no saben coser, ni cocinar, ni planchar, ni nada..." A lo que
responde una madre: "entonces igual que los padres que nunca han sabido
hacer nada de eso". Desde luego, el feroz machismo insertado en los
corazones de nuestra cultura ha marcado la educación de tantas generaciones que
los progresos en este sentido son minúsculos y damos por hecho que una madre
tiene que saber hacer de todo y asimilamos como normal que un padre apenas sepa
conjuntar la ropa matinal de nuestros hijos escolares.
Me atrevería a decir que en
general, las mamás de hoy, son mucho más que las de antes y los papas seguimos
siendo pequeños apoyos cotidianos en el quehacer familiar en cualquier
dirección en la queramos dirigirnos. Cuando falta una madre, la familia se
resquebraja tan fácilmente que pocos
padres son capaces de disimular la ausencia materna ocupando ambas
funcionalidades.
Si vuelves a fijarte en la foto
de la pintada e imaginas quien pudiera haber escrito semejante abrupto seguro
que ves a un varón, sea de la edad que sea. Apuesto que nadie de los que han
conseguido llegar hasta el final de este pequeño artículo se han imaginado a
una mujer trazando las letras de este mensaje callejero en plena calle.
Sin embargo si el mensaje fuera:
"me cago en tu padre". La cosa seguramente cambiaría... ¿Porqué? Eso
se llama cultura social y es debido al machismo imperante en todos los rincones
de nuestra sociedad.